Bebe
a bordo
Cosas
cotidianas como una vida nueva, en casa, no son lo habitual, y afloran
sentimientos variados, al ver la nueva aventura adentrándose en nuestra vida.
Este personajillo, llego desde Santa Inés, sobre las 10 de las noche.
Posiblemente por el susto no lloró ni una vez en el zigzaguearte camino. Tan
frágil, pequeño y ya perfectamente preparado para la subsistencia. Los
instintos de los 4 están a flor de piel, cada uno como puede se adapta a la
nueva experiencia. A la semana toco el segundo viaje, y fue al veterinario,
confirmado, es un machito y se llamará UMY, tampoco lloro en toda la larga hora
de viaje. Se escondió debajo de un cojín y aprovechó el tiempo para dormir. Muestra
otra gata, MAYA, todavía no esta muy a gusto con el torbellino. Come su comida,
bebe su agua duerme en su lugar y encima quiere jugar con ella todo el
tiempo!!!! Es insufrible.